martes, 12 de mayo de 2015

                               BOLETUS EDULIS , EL REY DEL OTOÑO

Cuando preguntas a la gente de la calle acerca de cuando salen las setas te dicen que solo salen  en otoño; la mayoría de la gente desconoce que  casi durante todo el año se pueden encontrar  si se dan las condiciones climáticas apropiadas. Ahora que está llegando el otoño, aficionados y comerciantes, ansiosos con el comienzo de la temporada setera, empiezan a salir masivamente en su afanosa búsqueda.  Los montes empiezan a poblarse de miles  de personas,  y no es de extrañar pues constituyen un rico manjar además de una  importante fuente económica de ingresos para las zonas productoras.

El caso es que como cabe esperar los hongos no tienen un reloj biológico que se active a una determinada fecha  y haga que aparezcan las setas sino que estas salen cuando coinciden una serie de factores climatológicos como humedad y temperatura entre otros. Además a lo largo de la geografía española las condiciones climáticas son muy diferentes dentro de una misma estación, por ejemplo en la zona norte durante el verano es posible encontrar especies que en el sur y oeste de la península salen a principios del otoño, como es el caso de la especie que os presentamos.

Si la climatología acompaña  a finales  de primavera con las lluvias, el calor estival y hasta  bien entrado el otoño comienzan a asomar entre bosques de caducifolios y coníferas una de las especies de hongos más apreciados, y por ello más buscadas, entre los micofagos o aficionados a la gastronomía setera. Se trata del Boletus edulis, uno de los hongos más apreciados en los países europeos, perteneciente a la familia de las Boletaceas  o setas con poros y que da nombre a la sección edules, de la cual forma parte.

El Boletus edulis es una especie de hábitos simbiontes, micorrícica, de amplia distribución geográfica, y con una gran importancia  y tradición popular en los lugares donde se cría, como lo demuestran la multitud de nombres populares por los cuales se los conoce. Ejemplos como Hongo Calabaza, Calabaza, Cep y Sureny en Cataluña , Migueles en Soria, Onddo zuri en el Pais vasco, Porro en Aragón, Cepè de Bordeaux en Francia, Funghi Porcini en Italia, steinpilz en Alemania o King Bolete en Norteamérica  corroboran lo apreciados y bien conocidos que son.  

Antiguamente en  la sierra de Albarracin en Orea fueron los brigadistas internacionales que vinieron a luchar en la guerra civil los que inculcaron a los lugareños su valor económico culinario y a partir de entonces lo empezaron a recolectar principalmente para su venta, antes se le daba para comer al ganado junto con otras especies. En la provincia de Soria empezaron a recolectarse para su venta y autoconsumo hace unos 50 años y en la zona del Pirineo de Benasque por ejemplo ni lo conocían prácticamente ni se buscaba hace escasos 20 años.

Descripción
El sombrero, de forma hemisférica a convexa aplanada, posee una  superficie mate con cutícula seca que puede volverse ligeramente viscosa en tiempo húmedo y al envejecer. De coloración marrón más o menos oscura, parda, que en ejemplares muy jóvenes protegidos de la luz es casi blanquecina. En la zona cercana al borde del sombrero  presenta  una zona más blanquecina, al menos en ejemplares jóvenes, siendo menos evidente a medida que van desarrollándose y madurando los ejemplares.

Su tamaño es de mediano a grande, pudiendo alcanzar tamaños de hasta 30 cm de diámetro de sombrero e incluso mayores, como un ejemplar encontrado en la isla de Tenerife de tamaño récord, pues pesaba 1,750kg y media 38 centímetros de diámetro pero se queda pequeño  si lo comparamos con otro recolectado en Escocia con 42 cm de diámetro de sombrero y 3,2 kg de peso. Alucinante, no?  Pues  es lo que tiene crecer en una zona tan húmeda, en general salen setas de mayor tamaño que en zonas más secas ya que tienen mucha agua a su disposición.

El himenio o parte fértil está formado por unos tubos largos, separables de la carne, que terminan en unos poros de pequeño tamaño y del mismo color de los tubos. Inicialmente de color blanco y conforme van madurando las esporas van cambiando a  amarillo y finalmente a amarillo oliva, verde. Tanto los tubos como los poros no cambian de color con la presión, al contrario que algunos congéneres y por otro lado son fácilmente separables de la carne cuando están maduros. Sus esporas, de forma fusiforme, son de coloración marrón oliva en masa.

Su pie, obeso y ventrudo de joven,  generalmente de color blanco crema, tiende a hacerse más cilíndrico conforme va creciendo hasta una altura aproximada igual al diámetro del sombrero.  Esta dispuesto en la parte central del sombrero y presenta una fina retícula de color blanco, sobretodo en la parte alta, a modo de ornamentación que en ejemplares adultos puede ser menos visible.

Su carne es de color blanca y permanece inmutable al contacto con el aire, de sabor dulce y suave, como a nuez o avellana. De consistencia dura y firme, suele ser el alimento preferido de muchas larvas de insectos, así como de limacos por lo que es muy frecuente encontrarlos con restos de larvas o bocados de animales, aun siendo inmaduros. Todo aficionado que la busque habrá visto o comprobado alguna vez esto y se habrá llevado  una desagradable sorpresa al llegar a casa y ponerse a limpiar los ejemplares. Por ello siempre es recomendable limpiar los ejemplares en el campo  y evitar coger ejemplares maduros que muy posiblemente acaben en la basura en vez que se deshagan en el bosque y cumplan con su función reproductora.

Hábitat y distribución:
Los hongos, al contrario que las plantas, son incapaces de producir compuestos vitales para su desarrollo como carbohidratos o proteínas por lo que han de obtenerlos de una fuente externa. La estrategia que siguen muchas especies con interés comercial como los Boletus es asociarse con especies vegetales, árboles y arbustos que si son capaces de producirlos estableciéndose una asociación de mutuo beneficio entre ambos organismos. En esencia el hongo, a cambio de su ración de carbohidratos, aumenta la superficie de absorción de la planta o árbol proporcionando una mayor eficiencia en la captación de nutrientes esenciales para ella como H2O,  fósforo, potasio y calcio. Con ello la especie vegetal crece más vigorosamente y aumenta su resistencia frente a la sequia y a la congelación y además posibilita que se desarrolle el hongo.

Aparece ampliamente distribuida por el hemisferio norte en Europa, Asia y Norteamérica tanto en bosques de coníferas como de caducifolios, en zonas de transición  entre el dominio atlántico y el mediterráneo. En el hemisferio sur no se encuentra  de manera natural y ha sido introducido en Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda con fines comerciales.

 Necesita zonas de humedad elevada, más de 600mm anuales  y terrenos silíceos soleados. Su periodo de aparición varía con la geografía pero desde  finales de verano en zonas altas y húmedas hasta bien entrado el otoño en zonas  de media montaña y más bajas puede aparecer hasta la llegada de las primeras heladas del otoño. Es frecuente entre los 500 y 1000m de altitud tanto en la montaña como en el llano, pudiendo llegar a cotas más altas en abetales y pinares. En  la zona mediterránea suele aparecer por encima de los 1000m.
Los podemos encontrar  tanto en  bosques de pino rojo (Pinus silvestris), pino negro (Pinus uncinata) y abeto (Abies alba) como en bosques  de robles (Quercus pirenaica),  castaños (Castanea sativa), abedulares  (Betula pendula), hayas (Fagus spp) e incluso entre jarales ( familia Cistaceas) entre las zonas aclaradas y soleadas sobre suelos preferentemente ácidos y bien drenados. Tiene una marcada preferencia sobre terrenos siliceos  y a menudo va acompañado de helechos y brezos. En la península Ibérica nos la encontramos especialmente abundante en los castañares y robledales de la cacereña sierra de Gata, en los pinares de la sierra de Albarracín, serranía de Cuenca, la provincia de Soria y Burgos, en los valles pirenaicos de Aragón, Cataluña y Navarra, en general en toda la vertiente norte y centro salvo el sudeste peninsular.

Se da la particularidad que cuando micorrizan con arboles como el pino rojo o el pino negro necesariamente estos árboles han de tener una edad superior a los 20 años para que empiece la producción de boletus, al contrario que especies como el Lactarius deliciosus que prefiere pinos más jóvenes. Además cuando se asocian con Jarales de 4-5 años de edad comienzan a fructificar si bien los ejemplares son más pequeños  según estudios realizados por investigadores del Centro Investigación Forestal de Valonsadero, todo un referente en investigación micológica forestal.

Cuando nos aventuramos en su búsqueda además de buscar sobre sustratos silíceos y bosques abiertos de una cierta edad, los aficionados más experimentados contamos con una pista más ya que existen algunas especies, comúnmente llamadas chivatas, cuya presencia nos avisa que puede haber boletos cerca; es el caso de la Amanita muscaria o  hongo matamoscas y el Clitopilus prunulus o moixerdo de tardor por lo que resulta interesante conocerlas ya que comparten hábitats y periodos de aparición.
Estudios franceses han determinado que es una especie sensible a los choques térmicos; cuando la temperatura media del suelo desciende de manera brusca de 15 grados comienzan a formarse los primordios si la humedad es la adecuada. Y si la temperatura y humedad se mantiene a partir de los 12- 15 días comienzan a aparecer  los primeros ejemplares, siendo muy importante que la temperatura  media del suelo no supere los 20 grados en las semanas posteriores. Normalmente tardan una media de 11 días en alcanzar la maduración tras emerger del suelo (Martínez-Peña, 2003) y pueden llegar a ``vivir´´ hasta 25 días antes de su total descomposición.

Siendo una especie relativamente abundante en la península ibérica, de hábitos gregarios aunque a veces aislada, no siempre sale con la misma profusión. Hay años en los que tímidamente aparece mientras que otros años aparece por doquier; por ejemplo en Pinar Grande en Soria en 1995 la producción de Boletus edulis y Boletus pinophilus fue de 4 kg/ha mientras que en 1997 fue de 37 kg/ha según un estudio de Fernando Martinez Peña en 2002. En años muy favorables su producción estar entre 100 y 400kg/ha. y año.
Principalmente las diferencias de producción dependen de la climatología pero también son importantes las prácticas culturales de aprovechamientos forestales llevadas a cabo como el aclareo provocan un aumento de la producción a los pocos años de su ejecución.

Comestibilidad
Como la mayoría de los hongos comestibles constituye un recurso alimentario importante en la dieta pues es un alimento bajo en grasas e hidratos de carbono y ricos en proteínas, vitaminas, minerales y fibra dietética. Además algunos son ricos en oligoelementos esenciales como el selenio (Se)  que tiene efectos antioxidantes y estimuladores del sistema inmunitario entre muchos otros y que se encuentra presente en elevadas concentraciones en Boletus edulis y B. pinophilus. La parte negativa es que también tienden a acumular mercurio (Hg) por lo que hay que evitar recogerlos de zonas contaminadas o proximidades de núcleos urbanos y moderar su consumo. 

Son considerados uno de los hongos más seguros de buscar para comer ya que no hay especies mortales ni tóxicas semejantes.
Como hemos comentado se trata de un excelente comestible que se puede comer incluso crudo aunque  esta no sea  la forma de consumo más recomendable. De él se aprovecha todo salvo el himenio, que es la parte donde se producen las esporas, el cual conviene desechar, a ser posible en el monte, para evitar ingerir cantidades ingentes de esporas que podrían provocarnos  una reacción alergénica.

Confusiones posibles
La especie tóxica  más cercana  es el Boletus satanas, que tiene pie y  poros rojizos, su carne azulea en contacto con el aire y tiene preferencia  sobre suelos calizos por lo que resulta difícil confundirlos.

El color blanco de su carne unido a la gran variabilidad cromática de su sombrero hacen que sea relativamente fácil confundirlo con otros congéneres muy cercanos  también de carne blanca inmutable como puedan ser Boletus pinophilus, Boletus aestivalis y Boletus aereus, los tres excelentes comestibles. Pero generalmente la  delicada y fina retícula blanca del pie, sobre todo en la parte superior, lo diferencian de otros congéneres con retículo más marcado y de coloración parda como el Boletus aestivalis o Boletus pinicola. Además la ligera viscosidad del sombrero en ejemplares adultos y  la presencia de una franja más clara en el borde de este  que no está presente en el resto de especies lo delatan.

También se puede confundir con Tylopilus felleus, especie que también presenta un retículo muy marcado de color oscuro,  carne blanca de sabor amargo y tubos inicialmente blancos que se vuelven rosados al madurar las esporas. Se considera no comestible por el amargor de la carne y antiguamente se usaba como amargante en sustitución de las hojas de la genciana en la preparación de bebidas tónicas y refrescantes.

Menos problemática que la anterior seria su confusión  con el Xerocomus badius o boleto bayo, excelente comestible que suele salir preferentemente en coníferas, de cutícula viscosa en tiempo húmedo y sombrero color pardo. Los tubos y poros inicialmente son blancos y azulean a la presión, su carne blanquecina crema azulea débilmente al corte y no tiene retículo en el pie.

Importancia socio-económica
Constituyen junto al Boletus pinophilus, Lactarius deliciosus y las Morchellas las especie de mayor importancia económica que aparecen en los bosques de pino rojo (Pinus sylvestris y pino negro (Pinus nigra) siendo una de las especies más apreciadas en la gastronomía francesa e italiana. En las zonas productoras tiene una gran transcendencia social su recogida, por ejemplo en la zona de los Pinares Soria- burgos el 62,5% de la población local sale a buscar setas y de ellos el 65,3 % es población no activa, lo que contribuye a crear una vinculación social con el monte según un trabajo realizado por Fernando Martínez Peña y F. Rubio Benito del departamento de investigación de Valonsadero en 2002. Pero no siempre fue asi, en la provincia de Soria empezó a recolectarse para su venta y autoconsumo hace unos 50 años, en la zona del pirineo de Benasque ni lo conocían prácticamente ni se buscaba hace escasos 20 años. Antiguamente en la Sierra de Albarracin se le daba para comer al ganado junto con otras especies como Suillus spp antes de que los brigadistas internacionales que vinieron a luchar en la guerra civil les dieran a conocer su valor culinario.
Su elevado valor comercial, aparte  del  agradable sabor,  proviene  de la consistencia de su carne que los permite cocinar de muchas  maneras diferentes haciendo la delicia de micófagos  y de sus múltiples métodos de conservación que admite. Con ellos se pueden hacer conservas, salmueras, congelarlos  o deshidratarlos  para poder conservarlos más tiempo y evitar su rápido deterioro. Preferentemente la forma más extendida de conservación es su deshidratado, el cual posibilita  comercializarlos en este estado por todo el mundo en temporada y fuera de ella. En temporada se suelen comercializar frescos en mercados e incluso en  improvisados puestos al pie de la carretera.

Debido a su alto valor socioeconómico constituyen un recurso forestal muy  importante de cara al desarrollo de zonas rurales y aprovechamiento de zonas forestales antiguamente gestionadas y ahora en desuso. El problema principal es que ,al  ser una especie micorrícica, es muy difícil su cultivo, y  aunque se están dando pasos agigantados en su producción en parcelas controladas con plántulas inoculadas en vivero,  para satisfacer la demanda  tiene que recolectarse en el monte generándose una gran presión recolectora sobre ella; Además, por si esto no fuera suficiente, muchos recolectores, principalmente con fines comerciales, utilizan rastrillos y otros utensilios prohibidos dañando el resto de setas, alterando el hábitat y provocando un grave daño ecológico, muchas veces por desconocimiento y falta de concienciación.








                ``ANILLOS DE HADAS O CORROS DE BRUJAS´´

Una vieja leyenda cuenta que, con luna llena, las hadas acudían a zonas alejadas de los humanos a danzar en círculo. Esto atraía a los sapos de la zona y en donde se sentaban a contemplar el espectáculo, salía una seta. Si los sapos que se habían sentado eran venenosos, las setas que salían también lo eran.

Íntimamente  ligados al folklore popular, los ¨corros de brujas¨ o ¨anillos de hadas¨ siempre han sido considerados formaciones mágicas, malignas, fruto de la danza en círculo de hadas y duendes y que aparecían de la noche a la mañana. Incluso hoy en día en múltiples zonas rurales del norte de Europa todavía se cree que trae mala suerte pisar dentro de ellos.
No fue hasta finales del siglo XVIII cuando se descubrió que eran fruto del crecimiento circular de ciertos hongos. Para entender que son estas curiosas formaciones  hay que conocer previamente como crecen los hongos. Al igual que los frutos de un árbol, las setas solo son la parte reproductiva de un organismo mucho mayor (hongo) que vive enterrado bajo tierra y que está formado por un entramado de células alargadas (micelio) mediante las cuales se extiende y alimenta. Pues bien este micelio puede extenderse varios metros en todas direcciones formando un anillo de crecimiento de tal forma que, cuando el micelio va agotando los nutrientes que le rodean, va muriendo desde el centro hacia la periferia. La banda de crecimiento resultante, que suele tener un diámetro de 20-30 cm  e ir acompañada de una vegetación más vigorosa y alta, va desplazándose anualmente; Dependiendo del tipo de suelo, la vegetación que ahí crezca y del propio hongo, el círculo puede crecer entre 10-60 cm por año pudiendo llegar a centenares de metros como uno encontrado en Francia producido por Infundibulicybe geotropa de unos 600m de diámetro y de edad estimada en 700 años.

Usualmente presentes como marcas en la hierba en prados, jardines e incluso campos de golf los corros de brujas se pueden apreciar incluso cuando el hongo no ha producido carpóforos  ya que durante la alimentación y expansión del hongo se libera nitrógeno y otros nutrientes que hacen que las hierbas crezcan con más vigor sobre este, formando una banda de crecimiento más alta y de coloración más intensa. Además algunas especies segregan sustancias análogas a hormonas de crecimiento vegetal que provocan ese mismo efecto como Calvatia cyathiformis. En otros casos se producen zonas necróticas donde no crece la hierba debido al alto crecimiento miceliar que llega a impermeabilizar el suelo, agotando los nutrientes y el agua de forma que impide que la hierba crezca. Y cuando las condiciones sean propicias (temperatura y humedad adecuadas) fructificarán las setas siempre en la periferia del anillo, en la zona de crecimiento activo del hongo, haciendo más visibles los corros de hadas.

No todas las clases de hongos tienen este tipo de crecimiento, solamente los pertenecientes a la clase Agaricomycetes, que incluye a los hongos más familiares, los que forman setas. Podemos encontrarlos tanto en prado, pastos y jardines como en claros de bosque siendo más evidentes en zonas uniformes en cuanto a nutrientes como son los pastos abonados. Muchas veces sucede que el micelio en su expansión encuentra obstáculos, de forma que ve alterado su patrón de crecimiento y forma filas, bandas en herradura en vez de círculos.

 Entre las especies más conocidas formadoras de corros encontramos a Marasmius oreades (ninfas, senderuelas), la cual debe su nombre a esta característica, Calocybe gambosa
(seta de san jorge), Agaricus macrosporus y Leucopaxillus lepistoides en prados y especies del género Clitocybe, Macrolepiota y Lepista en claros de bosque.

              Bibliografia:
http://en.wikipedia.org/wiki/Fairy_ring
Moreno, Efraín J.  y  Hernandez M, Jesús E. Los Corros De Hadas. Acta Bot. Venez. [online]. 2005, vol.28, n.1, pp. 161-168 .
http://www.anomalia.org/perspectivas/ci/anillos_de_hadas.htm






                        EL ESLABÓN PERDIDO ENTRE HONGOS Y PLANTAS

A principios de 2008 un científico australiano llamado Ghollan Faux descubrió mientras inspeccionaba la bolsa mamaria de un canguro un micelio blanquecino creciendo sobre ella. Se trataba de Profollias downhoki, un hongo que vive en el interior de la bolsa mamaria de los canguros y se encuentra bastante extendido.

Tras varios intentos de aislarlo para estudiarlo en laboratorio consiguieron cultivarlo en un medio especial y al exponer esos cultivos a la luz solar observaron que el micelio presentaba cloroplastos, orgánulos que son exclusivas de las células vegetales y cuya función es recoger la energía de la radiación solar y realizar la fotos. Lo más interesante fue cuando analizaron y compararon el ADN de esos cloroplastos junto a los de musgos y algas verdes, el resultado fue que las secuencias de ADN eran idénticas lo que evidencia un origen común de esos organismos. En cambio cuando compararon el ADN nuclear encontraron el mayor parentesco con hongos dermatófitos de la Clase Ascomicetes como los causantes de tiñas cutáneas.

Actualmente este hongo es considerado el eslabón perdido entre el reino Fungi y el Reino Plantae y como particularidad puede comportarse como saprotrófico al crecer en la piel y pelo del canguro y a su vez como autótrofo al realizar la fotosíntesis.


Fuente: http://botit.botany.wisc.edu/toms_fungi/apr2008.html
                                           HONGOS Y  CONTAMINACIÓN

Una de las facetas más conocidas de los hongos, además del valor culinario, es su valor medicinal, no en vano en medicina tradicional China llevan usándose durante milenios. Pero la mayoría desconoce otra faceta no menos importante, que es la asombrosa capacidad que tienen algunas especies de hongos de metabolizar compuestos tóxicos como plaguicidas, colorantes industriales y derivados del benceno a compuestos menos tóxicos e incluso inocuos, como CO2 y el H2O eliminando su biodisponibilidad y con ello el riesgo para el resto de seres vivos.

Estos hongos, conocidos familiarmente como los hongos de la pudrición blanca, son capaces de degradar la celulosa y la lignina, que es un compuesto estructural muy resistente de la pared celular de las plantas y cuya estructura química es similar a diversos contaminantes ambientales. Ello es debido a la presencia de un potente coctel enzimático inespecífico que estas especies excretan al sustrato para digerirlo e alimentarse de él.
 En general son especies saprotróficas fáciles de cultivar, capaces de colonizar diferentes sustratos mientras existan residuos lignocelulósicos y tolerantes a ph bajos y elevadas concentraciones de contaminantes. Entre ellas encontramos Pleurotus ostreatus, Pleurotus eryngii, Trametes versicolor, Bjerkandiella adusta, Fomes fomentarius, Phanerochaete chrysosporium, Pycnoporus cinnabarinus, etc.

Como curiosidad comentar que Alethia Vázquez Morillas et col. de la Universidad Autónoma Metropolitana de México proponen cultivar Pleurotus ostreatus sobre residuos de pañales desechados para acelerar su proceso de descomposición. De manera natural tardarían años o incluso siglos en degradarse como sugieren algunos estudios realizados en vertederos mientras que en 4 meses Pleurotus ostreatus es capaz de degradarlos por completo.
Solo en México se desechan 5 mil millones de pañales al año…





                                                 FALSOS BOLETOS

El Boletus edulis o cep es una especie con una larga tradición gastronómica prácticamente conocida en todo el mundo, pero aun así a menudo, es confundida con otras especies semejantes generalmente de menor calidad gastronómica. Obviando al resto de boletus pertenecientes a la sección Edules, de carne blanca, al poseer un himenio formado por tubos terminados en poros es muy difícil su confusión con otras especies que no pertenezcan al mismo orden de los Boletales. Dentro de este orden encontramos una serie de especies que nos pueden llevar a confusión con lo que pasaremos a describirlas.

Tylopilus felleus es una especie de aspecto muy similar, tanto por su color externo como por el color de su carne al corte. Su sombrero de 5 a 12 cm de diámetro, al principio hemisférico y después convexo aplanado tiene el margen excedente, regular e incurvado, de color más claro que el sombrero. La cutícula es seca, lisa, algo tomentosa de joven, de color marrón claro. Presenta unos tubos medianamente largos, escotados, acabados en unos poros redondeados a angulosos, blancos al principio y finalmente rosas, al igual que los tubos. Su pie, cilíndrico, está adornado con un retículo grueso a modo de red de color ocre-marrón y su carne es blanda, blanquecina y de olor agradable pero de sabor muy amargo, por lo que no es comestible. Aparece principalmente en otoño y primavera, en pinares y bosques de caducifolios y aunque es una especie poco frecuente suele aparecer con abundancia. Se diferencia del B. edulis fácilmente por ese retículo tan marcado que presenta a lo largo del pie, por los poros de color rosa en la madurez, esporada color rosa salmón así como por el sabor extremadamente amargo de su carne.

Otra especie muy semejante también a la anterior es Xerocomus badius, comúnmente llamado Boleto bayo y que resulta un excelente comestible. Especie de sombrero convexo a aplanado de color marrón oscuro y superficie seca salvo en tiempo húmedo, que se vuelve ligeramente viscosa. Presenta unos tubos largos, inicialmente blanquecinos, luego  amarillentos a finalmente verdosos y separables que azulean al roce y al corte al igual que los poros, que son pequeños y angulosos. El pie es cilíndrico y alargado, recubierto de fibrillas longitudinales marrones y de consistencia fibrosa. Su carne, blanca y firme de joven, se va volviendo más amarillenta con la edad y azulea al corte. De sabor dulce y olor agradable y afrutado es un comestible excelente que fructifica tanto bajo coníferas como caducifolios en otoño. Se diferencia principalmente por el cambio de color de su carne al corte, por la ausencia de retículo y por la forma y tamaño de los poros.

Boletus subappendiculatus presenta un  sombrero con cutícula de color marrón ocráceo claro, pie amarillo pálido con un retículo en la parte alta, de forma obesa y con la base redondeada. Su carne es amarillenta en el sombrero y más pálida en el pie, siendo la zona de la periferia más amarillenta que el centro. Aparece en bosque de coníferas de montaña y menos frecuentemente en hayedos.

Boletus impolitus se diferencia por su pie amarillento desprovisto de retículo, carne blanca en el pie y amarilla en el resto y su olor a yodo en la base del pie.

Por otra parte  también presentan un cierto parecido algunas especies de géneros cercanos como Suillus y Leccinum pero se pueden diferenciar macroscópicamente atendiendo a una serie de características como el tipo de cutícula, tamaño y forma de los poros, el color de la carne o la forma y ornamentación del pie. En general el género Suillus se caracteriza por la cutícula de aspecto viscoso, separable, pie cilíndrico y en ocasiones con granulaciones finas o provisto de anillo pero nunca con una decoración a modo de retículo ni de forma obesa. Sus poros son de tamaño variable, de formas angulosas y color amarillo inicialmentea marrón oliva de adultos. El género Leccinum se caracterizan por su cutícula viscosa en tiempo húmedo, no separable, sus poros de tamaño mediano, pie cilíndrico algo mas engrosado en la base y decorado longitudinalmente con granulaciones gruesas y la carne inicialmente es blanca pero vira con mayor o menor rapidez al gris, en ocasiones pasando antes por el rojizo.

Especie
 Leccinum lepidum
Boletus subappendiculatus
Xerocomus badius
Tylopilus felleus

Sombrero
Aterciopelado de joven, luego liso y viscoso en tiempo húmedo de color marrón oscuro a casi amarilla
Cutícula aterciopelada gris  marrón claro
Cutícula tomentosa de joven, luego lisa color marrón uniforme
Aterciopelado, seca, color marrón claro
Himenio (Poros)
Poros de tamaño mediano de color amarillo, marrón en ejemplares adultos
Poros pequeños amarillo vivo, luego ocre verdososinmutables al tacto
Poros angulosos de tamaño mediano blancos amarillentos, al final verdosos, azulean a la presión
Poros  pequeños redondeados de color blanco y al final marrón rojizos
Esporada
Oliva
Marrón oliva
Marrón oliva
Rosa carne


Pie
Cilíndrico algo engrosado en la base, blanco. Ornamentado con un punteado grueso oscuro
Obeso a cilíndrico engrosado en la base. Amarillo y con retículo concolor en la parte alta del pie
Cilíndrico, atenuado en la base, estriado longitudinalmente de color marrón claro sobre fondo amarillo
Macizo, engrosado en la base, con retículo muy marcado de color oscuro sobre fondo claro



Carne
Blanco sucio que pasa al rosáceo y finalmente al gris. Sabor dulce
Blanca amarillenta. Bajo la cutícula ligeramente marrón. Sabor dulce
Blanca, marrón rojiza bajo la cutícula. Azulea en la zona unión sombrero y pie y en los tubos. Sabor dulce
Blanca sabor muy amargo


Hábitat
Bajo encinas en primavera y otoño
Coníferas de montaña, preferentemente abetos en verano y otoño
Bajo coníferas y frondosas en verano y otoño
Bajo coníferas y frondosas en otoño





                                                  ¡FALSAS ORONJAS!

La Amanita caesarea, “oronja” u “ou de reig” ya era una especie muy apreciada y conocida en tiempos de los romanos por su delicado y agradable sabor pero también por su inconfundible aspecto y  facilidad de diferenciar de otras especies  tóxicas y mortales. Realmente se trata de una especie que, en estadios maduros de desarrollo, se puede identificar con cierta facilidad realizando un análisis macroscópico detallado de todas las partes del carpóforo. El problema, en la mayoría de los casos, viene dado cuando se recolectan ejemplares inmaduros, todavía cubiertos por el velo universal, en forma de huevo, de forma  que no se pueden apreciar caracteres identificativos. En otras ocasiones, dependiendo de la climatología, en ejemplares adultos caracteres como la presencia de anillo y restos del velo universal sobre la cutícula pueden perderse por lo que hay que tenerlo en cuenta.
El mayor peligro de confusión y posible intoxicación ocurre en estadios inmaduros, cuando el hongo esta en forma de huevo,  sobre todo con ejemplares de Amanita phalloides y otras amanitas tóxicas o mortales.

La Amanita phalloides, conocida como “oronja verde”, es una especie que provoca un gran número de intoxicaciones mortales todos los años por lo que es muy importante aprender a diferenciarla. Se trata de una especie de aspecto robusto, de tamaño grande con sombrero al principio hemisférico, al final aplanado y con margen acanalado, de cutícula que va de un color verdoso a formas más pálidas en la variedad alba, separable y que a veces presenta restos de velo universal. Posee unas láminas blancas apretadas y libres, esporada blanca en masa. El pie, con un anillo amplio y membranoso de color blanco, es cilíndrico con la base bulbosa y va envuelto en una amplia volva en forma de saco de color blanco. Es una especie que fructifica en todo tipo de bosques, desde la costa a la montaña  desde finales de primavera al otoño siendo algunos años muy abundante. Con estas características en ejemplares adultos es muy difícil confundirlas con la A. caesarea  por las diferencias de coloración tanto del sombrero como del pie y láminas.

La Amanita muscaria es el hongo que presenta un mayor parecido en estadio adulto, con la Amanita caesarea, bajo determinadas condiciones ambientales. Este hongo, conocido como “reig bord“, de sombrero hemisférico a aplanado, posee una cutícula de coloración variable, generalmente de un vistoso de color rojizo, cubierta de verrugas color crema que pueden desaparecer bajo la lluvia y a su vez  la cutícula aparecer descolorida. Sus láminas, de color blanco al igual que el anillo y el tipo de volva la diferencian del ``reig´´. Vive en media y alta montaña bajo todo tipo de bosques sobre suelos ácidos, preferentemente bajo robledales, hayedos y pinares desde el verano al otoño.  Se trata de una especie tóxica en crudo aunque no se considera mortal y que tras su cocción prolongada parece que pierde las toxinas pues en zonas de Rusia es consumida hervida y conservada en salmuera. Amanita muscaria var. aureola se caracteriza por la ausencia casi permanente de escamas sobre el sombrero, tienen un color más anaranjado pero su volva no es membranosa y las láminas y pie son blancos. Otra variedad, Amanita muscaria var. formosa tiene la cutícula color amarillo y láminas blancas no encontrándose citada en Europa.

Dentro del subgrupo Amanitopsis o Amanitas carentes de anillo con las que comparte hábitat encontramos a A. crocea con sombrero inicialmente ovoide a plano-convexo y umbonado en la madurez de color crema naranja pero de menor tamaño, con láminas de color blanco con arista flocosa, pie blanquecino y volva  amplia y membranosa. Se trata de un comestible mediocre siempre previa cocción, tóxico en crudo.

Finalmente una ultima especie con quien guarda cierto parecido la Amanita caesarea, sobre todo por la coloración rojiza amarillenta del sombrero y amarillenta de las láminas, es la Russula aurata, especie de consistencia frágil, de carne quebradiza como la tiza que caracteriza tanto al género Lactarius como al género Russula frente al resto de géneros cuya consistencia es fibrosa. En este caso la confusión no es problemática ya que se trata de un buen comestible, sobre todo para larvas de dípteros y otros insectos que las parasitan con rapidez. Se diferencia principalmente por la consistencia granulosa de su carne y por la ausencia de volva y anillo. Aparece desde finales de primavera al otoño en bosques de coníferas y planifolios.

Cuadro resumen de las principales características de las falsas oronjas:

Especie
Amanita
muscaria
Amanita phalloides
Russula 
aurata
Sombrero
Cutícula rojiza, tonalidades amarillas, con verrugas  blanquecinas.
Separable
Cutícula verdosa a pálida en ocasiones con restos blancos del velo universal.
Separable
Rojo oscuro a anaranjado decolorándose al amarillo.
Separable en parte

Himenio (láminas)
Blancas, libres y apretadas.
Arista flocosa.
Esporada blanca.
Blancas, libres y apretadas.
Arista un poco flocosa.
Esporada blanca

Crema a ocre amarillo, libres y apretadas
Arista amarilla.
 Esporada ocre o amarilla



Pie
Anillo amarillo membranoso, amplio, súpero.
Base bulbosa.
Volva  friable reducida a escamas   concéntricas.
Anillo blanco, membranoso y súpero.
Base bulbosa.
Volva blanca membranosa, en forma de saco
Sin anillo, ni volva ni la base del pie en
forma de bulbo.



       Hábitat
Bajo coníferas y planifolios sobre suelos ácidos en verano y otoño.
Bajo frondosas y coniferas sobre suelos arenosos, ácidos.
En todo tipo de bosques, de finales
de  primavera a otoño.